Cruzar el océano es una idea que vive ad aeternum en la parte de atrás de la cabeza de cualquier navegante. Es la prueba mayor, como una de esas cosas que tenés que hacer en esta vida si es que disfrutás de andar por sobre el agua arrastrado por el viento. Claro que la abrumadora mayoría de los navegantes se pasa la vida interponiendo esa propia vida como excusa para no largarse, para no perder de vista esa costa que para un psicólogo sería como un cordón umbilical visual y para los que no entendemos de psicología es una costa pura y dura, que se pierde de vista a las diez o quince millasde navegación y aparece del otro lado del viaje, a veces.
No es labor de este texto hablar de quienes no lo han hecho, que cada uno conoce su propio camino y como caminarlo. El ánimo de este relato es contar cómo y porqué un ser humano casi cuerdo decide subirse a una pequeña cáscara de nuez (o de aluminio), bajar a la zona del planeta de navegación más peligrosa y por ahí viajar entre cielo y mar, a decir del gran navegante brasilero Amyr Klink, con la esperanza de no encontrar un container o un iceberg en mal lugar y mal momento, para eventualmente llegar a otra costa.
PRELUDIO
A fines del invierno de 2011, mi mujer y yo aún vivíamos en OZ pero ya habíamos decidido volver al paisito. Había muchas razones objetivas para estar en Montevideo, la primera y fundamental era subjetiva, que se nos cantaba. Así que Piera se volvió primero, esta vez le tocaba a ella ser la vanguardia, que mi uruguayez llevaba ya 14 años desactualizada.
Wild desde el tope de su mástil de 32m
Entonces me quedé solo en Sydney para juntar algún dinero para la repatriación (je, como si yo tuviera patria) y esperar que Piera se acomodase de vuelta en su casa. Cuando uno pasa un tiempo solo, piensa mucho; cuando uno no está acostumbrado, y se queda solo, piensa más. Desde hacía mucho venía pensando que mi vuelta al paisito, luego de tantos años deambulando y de tantos kilómetros pisoteados, no podía ser las mismas veintipico de horas en avión que había venido volando cada vez que tomé vacaciones desde que emigré; quería que la vuelta fuera diferente.
Entonces me dí cuenta del Período en Blanco (PB); ya lo había vivido más de una vez, pero nunca lo había racionalizado. El Período en Blanco es el tiempo que pasa entre que terminás con la cotidianeidad en un lugar y reiniciás tu vida en otro sitio. Es como un interregno, que puede durar las veintialgunas horas de avión, o lo que a vos se te ocurra. En ese tiempo sos casi totalmente libre, nada está pendiente en el lugar que dejaste, nada empezó en el otro lugar, lo podés hacer durar lo que vos quieras, el tiempo del viaje, unos días, unos años.
En mi caso, este PB en particular no era blanco del todo, en Montevideo me esperaba Piera, que me tiene una paciencia inconmensurable, pero nada es interminable. La otra limitación de mi PB era, como siempre, dinero. Mi PB no podía costar mucho más que el vuelo de vuelta al paisito. Mi primera idea fue volver en carguero, ya antes había estado investigando al respecto y sabía que los pasajes en esos barcos costaban aproximadamente lo mismo que el avión, con la ventaja de recorrer varios puertos y disfrutar de un pasaje oceánico. Pero la verdad era que un carguero sería como ceder a medio camino de un sueño, mi sueño siempre fue cruzar el océano a vela, y esa era la verdadera aventura. Sólo necesité un par de conversaciones con mi amigo Washington, el Capitán, la persona más influyente para mí en estos años, para darme cuenta que los sueños no se recortan, se cumplen o no. Y entre esos dos resultados sólo media la voluntad de cada uno, o los huevos, como decimos en criollo, así que decidí ponerme los idem, y viajar a vela.
Me llevó relativamente poco tiempo encontrar a Alex Kafka y su impresionante velero Wild. Creo que no pasó más de una semana desde la primera vez que tipeé “ocean passage crew” en el buscador de Google, hasta que envié el primer email a Alex. El aviso en floatplan.com, estaba encabezado NZ>>>SOUTH AMERICA>>>EUROPE, y explicaba en el texto que el barco era un maxi de 80 pies, que partía a principios de diciembre de NZ, y se dirigía a Sudamérica y luego a Europa vía Ushuaia. Al principio creí que ya hubieran zarpado, pero escribí de todos modos, estábamos entonces pasando el 20 de diciembre. Creí que sería imposible terminar todo en Sydney, empacar baúles para mandar a Uruguay y despedirme de todo/s en una semana, pero resultó serlo. Quien me convenció a la postre fue Enrique, el otro socio en nuestro barco, Tango. Enrique me preguntó simplemente que tenía que hacer y se ofreció a ayudarme, como es su costumbre. Y me ayudó, todos me ayudaron, de hecho podría decir que todos mis amigos encabezados Washington, Virginia y Enrique, y con Piera del otro lado del océano aguantando todo y tragándose estoicamente el miedo por mí, literalmente me pusieron en este barco.
Prelude
Near the end of the winter of 2011 we were still in OZ, but we had already decided to go back to Montevideo. There were many reasons to go back to Uruguay at that time, but the main one was just that we wanted to. So Piera went back first, it was her time to be the avant-guarde as my local knowledge was 14 years out of date.
As soon as Piera left, I started thinking of my return to Uruguay. After so many years wandering around and so many kilometers under my feet, I couldn´t just go back in a plane as I had done for every holiday since I left my Little country, the return had to be special. Thinking about that was when I found out about the White Period (WP), I had already lived it several times, but I had never rationalized it. The White Period is the time that lapses between the moment you stop your everyday life in a place, and the other moment when you start your new life somewhere else. It can last the twenty something hours it takes to fly there, or any time you want. During that period you are totally free, there is nothing urging in the place you left, nothing has started in the place you think you are going to. You can make whatever you want of that period, it can be the trip, a few days, a few years.
In my case, this particular WP was not totally White. Piera was waiting for me in Montevideo, she is incredibly patient to me, but even her patience has limits. Another constraint was, as always, money; my WP shouldn’t cost much more than my ticket to Uruguay. My first idea was to go back on a cargo ship, I had been researching about it before and I knew it costed roughly the same as the plane ticket, but with the advantage was that it stopped in several ports and that you could enjoy the sail across the ocean, of course. But the truth was that the cargo ship option was like giving up my dream just half way. I always dreamt of crossing the ocean under sail, that would be the real adventure. I only needed a couple of chats with my friend Washington, The Captain, the most influential person in my life in the last few years, to realize that dreams are not meant to be cut in pieces, they are either accomplished, or not. Between the two results only mediates our own will, or balls, as we say in my country.
It took me relatively little time to find Alex Kafka and his impressive sailing vessel Wild. I think it wasn´t more than one week since the first time I typed “ocean passage crew” on Google search, until I sent my first email to Alex. The ad on floatplan.com, was headed: NZ>>>SOUTH AMERICA>>>EUROPE, the text under it explained that the vessel was a maxi due to depart from NZ in the beginning of December, heading to South America and then Europe via Ushuaia. At first I thought I was already late, but I wrote never the less, it was about the 20th of December at the time. I really thought it would be impossible to finish everything in Sydney, pack the boxes with our belongings to be sent to Uruguay, and say goodbye to everyone in a week, but it was. It was Enrique, our other partner on our boat Tango that convinced me, he asked me what I had to do and offered to help me. And he did, everyone helped me, I could say that I am on this boat today because all my friends put me here some way, with Washington, Virginia and Enrique ahead of them and my wife Piera on the other side of the ocean, supporting everything and quietly swallowing her fear for me.La tormenta de fin de año
A la mañana del 31 de diciembre el barco y la tripulación estuvieron dispuestos a zarpar. Nos levantamos temprano y ordenamos lo poco que quedaba; a las 11 estaba la oficial de aduanas abordo, ejecutó su ritual burocrático y zarpamos. Una imagen graciosa, porque según el protocolo de aduanas de NZ, se quedó parada en el muelle para sacarnos una foto, como despidiéndonos; sólo le faltaba el pañuelito blanco.
Salimos a motor de la bahía de Nelson con poco viento, a la media hora desenrollamos el foque y seguimos a vela. Wild es un barco realmente veloz, 80 pies de construcción robusta en aleación de aluminio. Sin mirar la corredera, calculé debíamos estar haciendo más de seis nudos con poco viento sólo con la vela delantera.
Cerca de las tres de la tarde sentimos un golpe fuerte seguido por otros ruidos como si arrastraran algo por la cubierta. Alex (el capitán) bajó y llamó “all hands (on deck)”, se había roto la escota del foque. Alex ya había subido la vela de tormenta a cubierta y la colocamos en el stay corto. A partir de entonces el viento empezó a arreciar, ya soplaba como 30 nudos cuando se rompió la escota y seguía aumentando. Yo me quedé en cubierta, pero estaba poco abrigado y decidí bajar a ponerme más ropa. Pero cuando miré el tambucho, sin siquiera entrar, empecé a vomitar. Desde entonces me sentí cada vez peor, al rato bajé con la intención de abrigarme para mi guardia, pero no pude cambiarme ni nada, estuve muerto el resto de la noche y falté a mi guardia.
La escena dentro del barco esa noche era tragicómica. Todos vomitaban, las cosas se caían, la estufa se apagó y empezó a ahumar, y un tambucho perdía agua. En defensa de mis compañeros de viaje, debo decir que en medio del caos mantuvieron la compostura e incluso la gentileza; al punto que cuando Thibaud y yo nos abalanzamos al balde para vomitar al mismo tiempo, nos tomamos un segundo para decirnos mutuamente “después de usted”. También debo reconocer que nadie vomitó fuera de los lugares asignados a tales efectos, a saber: balde en cabina y afuera cubierta en general y océano circundante.
En un momento de claridad mental decidí que nada ganaba sentado a la mesa agarrado con uñas y dientes para no volar de un lado a otro y me fui a acostar en mi camarote. Allí estuve más cómodo, aunque seguía fuertemente agarrado de las líneas de retención descubrí que acostado boca arriba se me pasaba instantáneamente el mareo. En mitad de la noche oí que paraba el viento y se prendía el motor, el barco dejó de moverse instantáneamente y me dormí como un tronco. Cuando me desperté era de día, me vestí y salí a cubierta esperando ver el horizonte marino de 360 grados, pero para mi sorpresa estábamos entrando al puerto de Nelson. Pregunté al capitán y me dijo: “tenemos que reparar algunas cosas y ver cómo se siente la tripulación”.
Yo pensé que Alex me iba echar por no haber cumplido las guardias, pero no echó a nadie. Al parecer hubo varios desperfectos, lo peor fue que el sistema de navegación satelital totalmente nuevo (uno de los cuatro que lleva el barco) falló y quería reclamar. Por mi parte, yo creo que el capitán se metió en la tormenta casi a propósito para probar el barco y su tripulación. Cuando amarramos de vuelta en el puerto de Nelson, nos preguntó: “nadie se quiere volver a casa”?, antes de contestar le pregunté: “van a ser cuatro semanas como anoche”? Contestó que no, que incluso con más viento que anoche, lo íbamos a tener de popa, y no se siente tan mal. Todos contestamos que seguíamos.
Pero resultó no ser tan así; Derek, el polaco, se retiró poco después por su cuenta, se ve que la noche fue mucho para él. Yo lo ví que volaba de un lado para otro y que se golpeó bastante feo, pero nunca esperé que decidiera retirarse. El capitán, por el contrario, sabía que no haría la travesía. Derek había llegado al barco cinco semanas antes y al tercer día el capitán le dijo que se fuera, que este viaje no era para él. Derek pidió insistentemente y logró quedarse, pero el tiempo le dio la razón al capitán, confirmando esa manía que tienen las cosas de ponerse del lado de la experiencia.
miércoles 4 de enero de 2012
Anclados en Nelson
(Wikipedia) - La ciudad de Nelson está emplazada cerca del centro geográfico de Nueva Zelandia. Concretamente en la costa de la bahía de Tasman, en el extremo NW de la Isla Sur .
Nelson es un centro de artesanía y todos los años alberga acontecimientos como el Festival de las Artes de Nelson. Los premios de arte para usar "Wearable Art Awards" comenzaron cerca de Nelson y hoy en día hay un museo que los celebra cerca del aeropuerto
Nelson lleva su nombre en honor del legendario almirante inglés Horatio Nelson, que derrotó a la flota franco-española en la batalla de Trafalgar en 1805. Muchas de las carreteras y zonas públicas que se encuentran alrededor de la ciudad llevan el nombre de personas y barcos asociados con la batalla. Trafalgar Street es el principal eje de la ciudad. Los habitantes de Nelson se llama nelsonianos. El nombre maorí de Nelson es Whakatū, significa 'construir', 'elevar', o 'establecer'.
Nelson
Nelson is a city on the eastern shores of Tasman Bay, and is the economic and cultural centre of the Nelson-Tasman region. Established in 1841, it is the second oldest settled city in New Zealand and the oldest in the South Island.
Nelson received its name in honour of the Admiral Horatio Nelson who defeated both the French and Spanish fleets at the Battle of Trafalgar in 1805. Many of the roads and public areas around the city are named after people and ships associated with that battle and Trafalgar Street is the main shopping axis of the city. Inhabitants of Nelson are referred to as Nelsonians.
Together with the town of Richmond, the Nelson Urban Area has a population of around 60,000 ranking it as New Zealand’s 9th most populous city and the geographical centre of New Zealand.
Nelson is well known for its arts and crafts, and each year hosts popular events such as the Nelson Arts Festival. The annual Wearable Art Awards began near Nelson and a museum, World of Wearable Art, is now housed close to Nelson Airport showcasing winning designs.
Nelson's Māori name, Whakatū,[2] means 'build', 'raise', or 'establish'. Nelson is one of the few New Zealand cities to have its own flag.
lunes 23 de enero de 2012
Comienza la travesía
10 de enero, Día 1 de navegación
Son ahora las 4pm hora de NZ, hoy salimos de Nelson a las 9.30 después que aduanas hizo el papeleo correspondiente.
Tenemos el viento de nariz, por eso vamos a motor subiendo por el costado W de la Isla Sur y en una media hora estaremos entrando en el Cook Strait, el pasaje entre las dos islas.
El mar está calmo, la altura de ola no pasa de medio metro y el viento es fuerza 1.
Tenemos constantemente una línea de pesca tirada tras del barco es un anzuelo
pelado con unos hilos de color arriba. A la media hora de salir de Nelson
enganchamos un tiburón chiquito, medio metro mas o menos.
Media hora después aparecieron los delfines, se pusieron al costado del
barco durante unos 15 minutos.
Supongo que pasaremos esta noche costeando la Isla Sur por su lado Este, y
recién mañana dejaremos atrás las grandes islas de NZ en camino a Campbell
Island.
A las 2 de la tarde entramos en el French Passage, una cortada para
entrar en el Cook Strait, de ahí pasamos al estrecho.
Como a las 6 pm subimos las velas, desenrollamos el foque, agregamos el foque de
tormenta en el stay interno e izamos la TRI. Yo no conocía esta vela, es una
mayor de tormenta, se iza por la guía de la mayor en el mástil y la escota va
hacia popa como la del spinnaker.
En este primer día le tocó cocinar y limpiar a nuestra guardia, Teresa cocinó
a mediodía una especie de guiso con papas y carne. A la tardecita yo hice
pizzas y a todos les gustaron, por suerte.
A las 20.30 Alex, el capitán, apagó el motor y dijo: “No lo vamos a escuchar por un buen
rato”. Voy a ver si duermo un poco, nos toca guardia a las 2am.
Miércoles 11enero 2º día de navegación.
Hasta dentro de unos días mis emails van a ser cortos y caóticos, porque
estoy un poco mareado y lucho contra el vómito acá tipeando.
La guardia de la noche estuvo buena y la de la mañana también. El problema es
que hay poco viento y el barco se mueve como una boya, lo que te pone más
mareado.
Hoy vimos las primeras ballenas, un grupo de ballenas piloto nos acompañó
como 15 minutos.
Hace un rato perdimos NZ de vista, parece que no vamos a Campbell Island
porque el viento son está llevando más al este.
Jueves 12 enero, día 3 de navegación.
Este es corto porque ya están por mandar emails. Estoy mejor del mareo, recién
me despierto. La noche fue espectacular, el cielo impresionante. Ahora estamos a
100 millas de NZ.
Lunes 16 de enero. Día 7 de navegación Lat 52°S 172°W
Hace ya una semana que estamos en el mar, anteayer tuvimos una tormenta con
vientos muy fuertes y la noche no fue nada agradable, el barco volaba de un
lado a otro como una cáscara de nuez y desde adentro todo parece peor, aunque
ya era bastante malo. Fue como un recibimiento al Océano del Sur, como se le
llama a los mares por debajo de la latitud 50, esa zona se conoce también
como “los 50 tormentosos”. Desde entonces hemos tenido mar bastante bajo y
vientos suaves, llevamos ya un día y medio a una velocidad de no más de siete
nudos, cuando nuestro objetivo es un promedio de ocho para hacer 200 millas
al día. De todos modos vamos bien, Tengo que confirmar mis cálculos, pero
creo que llevamos la cuarta parte del trayecto cubierta. Lo que queda debería
ser más rápido porque tuvimos un comienzo muy lento y ahora estamos en la
zona de los TRADE WINDS, que soplan de Oeste a Este todo el año.
El viento ya está rotando al oeste,
así que salimos haciendo sapitos, habíamos bajado hasta la latitud 54°,
pero después de la tormenta volvimos a los 51°, el cap. dice que mejor no
agarrar mucho frío hasta que estemos por llegar.
miércoles 1 de febrero de 2012
Cuenta regresiva
Viernes 20 de enero
Día 11 de navegación
Hoy Alex decidió poner la vela mayor, el día estaba impresionante pero con
poco viento, lo que lo pone ansioso porque quiere ir más rápido, así que
izamos la mayor, 150m2 de vela. A la noche le pusimos tres rizos, igual
sigue siendo enorme.
Sábado 21 de enero
Día 12 de navegación Lat 53°56’ S 146° 23´ W
A la tarde Alex dijo que estábamos rodeados de icebergs y que teníamos que
bajar la mayor, all hands on deck. Bajamos la mayor y dejamos sólo el foque,
estuvimos esquivando icebergs enormes toda la maniobra. Al rato no vimos
más icebergs, el viento se murió y pasamos una noche muy fría pero
tranquila. Cambiamos el curso al NE para salir de la zona de hielo.
Domingo 22 de enero
Día -12 de navegación
Lat 53°39’ S 141° 10´ W
Por lo que me ha dicho Alex, por mis propios cálculos, por no tener un día
de yeta, y porque se me antoja hoy decidí que estamos a mitad de camino así
que empecé la cuenta regresiva.
Desde la mañana hemos estado navegando entre enormes icebergs, da una
sensación como encontrada. Admirás esos cachos enormes de hielo, que son
absolutamente impresionantes y se van cayendo de a pedazos y al mismo tiempo
te da miedo estar cerca de ellos por lo que no sabés que puede pasar y
porque lo que sí sabés que puede pasar.
Cuando empezó nuestra guardia 11am había cero viento, estábamos flotando
como un corcho entre tres icebergs. Alex bajó todas las velas y prendió el
motor, el motor se apagó. Estuvo trabajando en el motor como una hora, creo
que era algo con el sistema de refrigeración, al final anduvo. Desde
entonces estamos motoreando entre icebergs, rumbo NE, algunos grandes como
un edificio, otros como 20 edificios. Por suerte el día despejó y ahora
tenemos un solaso.
Alex estuvo timoneando entre los icebergs, para mi gusto demasiado cerca,
pero tuvimos unas vistas más que espectaculares.
También pudo prender la estufa, así que con suerte nuestras ropas se secarán
y tendremos una noche más calentita.
Monday 23 de enero
Día -11 de navegación
Lat 53°34’ S 138° 09´ W
HOT FRUIT SALAD
Esta mañana antes de terminar la guardia de 5 a 8, Alex decidió entangonar
el foque, dijo que venía viento de popa y que iba a flamear todo el día
sino, así que le dimos. El drama con barcos de este tamaño es que todo es
enorme, se precisan tres personas para manipular el tangón y eso que es muy
liviano. Definitivamente más de 40 pies es muy incómodo de operar.
A mediodía volvieron los delfines blanco y negros, es increíble como parecen
orcas, pero tienen forma y tamaño de delfín, estuvieron nadando un buen rato
alrededor del barco. La tarde está espectacular, aunque fría. Si tenemos
suerte será una noche clara y parece haber menos icebergs.
Tuesday 24 de enero
Día -10 de navegación
Lat 53°41’ S 131° 38´ W
Efectivamente fue una noche clara, de hecho ni siquiera hizo frío, o sea, no
hizo el frío que esperábamos. Tampoco hubo icebergs, sólo ví uno a varias
millas unos 15 min antes del cambio de guardia. Desde entonces no hemos
visto más icebergs.
La noche estuvo tan clara que me divertí mirando estrellas y de paso invoqué
a todos cuantos me puedan asistir para que no nos crucemos con más pedazos
de hielo y que no haya tormentas hasta nuestra llegada a tierra. Hasta ahora
ha funcionado, el otro día pedí que el motor funcionara cuando lo
necesitamos y arrancó instantáneamente.
La mañana fue espectacular también, y sigue el solazo a las 13.30. De mañana
sacamos el tangón del foque y preparamos todo para poner la TRI, y la vela
de stay. Bastante laburo porque hubo que volver a tirarla mayor sobre
cubierta y volverla a doblar.
Hoy se me ocurrió ver qué tipo de pájaros nos acompañan. A falta de recursos
de consulta, puedo identificar 4 tipos de pájaros por el momento:
1. Pájaro chiquito negro
2. Pájaro chiquito gris (Antartic Petrel? Southern Fulmar?)
3. Pájaro mediano negro (Fragata?)
4. Pájaro mediano gris (Fragata?)
5. Pájaro grande (Alabatros)
Les voy a sacar fotos para obtener luego una identificación más detallada.
También avistamos hoy la primera ballena propiamente dicha, ya que las
piloto son más bien como unas toninas oscurecidas. Debo decir mejor:
avistaron, que yo no vi una mierda. Para variar iba al timón y el puto
bicho nos pasó por abajo del barco. Dijo Alex que era una jorobada de unos
4m, pero yo no lo sé. Espero sinceramente que más cerca de tierra veamos más
bichos interesantes.
Miércoles 25 de enero
Día -9 de navegación
Lat 53°37’ S 126° 45´ W
Un día nublado, medio embole, de hecho bastante embole. Me puse a copiar
música al teléfono xq se me murió el ipod otra vez. El tema es que no se
cuanto lo podré usar, que cuando estoy de guardia está medio mojado el
ambiente.
Jueves 26 de enero
Día -8 de navegación
Lat 53°37’ S 122° 45´ W
Otro día nublado y con niebla, una mierda, bastante deprimente. Pero a
última hora de la tarde vino Alex a preguntarme diferencias horarias con
Montevideo. Resulta que decidió cambiar a hora de Ushuaia y además cambiar el
sistema de guardias a 2 horas de guardia y 4 de descanso. La verdad que las
3 horas se hacían muy largas y muy frías. También me dio datos concretos de
distancia y velocidad, parece que mi previsión es muy realista.
Otro Jueves 26 de enero (porque ahora estamos en hora de Ushuaia)
Día -7 de navegación
Lat 53°32’ S 115° 15´ W
Sigue el tiempo de mierda pero vamos a buen ritmo, hoy me tocó cocinar, hice
pizza de nuevo, el capitán me dijo que es la mejor pizza casera que ha
comido, jejeje. Los demás también estaban copados.
Viernes 27
Día -6 de navegación
Lat 53°09’ S 109° 40´ W
Hoy me levanté bastante bajoneado, cansado como un perro, quedan sólo 6 días
pero parece una eternidad, bueno, que se pasen de una vez. lo que me calienta
es que el cansancio, el frío y las ganas de llegar de una vez no me dejen
disfrutar la llegada que sin duda será lo mejor del viaje.